Nuestra historia y nuestros valores
¿Quieres saber nuestra historia?
Mis tíos y abuelos ya tenían colmenas para autoconsumo, recuerdo la primera vez que fui con mi tío a sacar miel, no lo sabia pero ese fue el inicio de SOMPER…
Yo tenía 17 años, era la primavera de 1995 y mi tío me ofreció la posibilidad de ir con él a sacar miel. Él tenía 6 colmenas. No teníamos traje. Yo iba equipado con ropa de sky por miedo a las picadas. Afortunadamente mi tío me presto una careta hecha con alambre que me protegió de los aguijones de las abejas. No llevábamos guantes y el sentir las patitas de esos increíbles insectos en mis manos me enamoro.
A partir de ese momento empecé a tener y a experimentar con mis propias colmenas. Fueron unos años de aprendizaje con mis propias colmenas.
En el año 2010, tras una larga enfermedad, decidí empezar una nueva vida. Hasta el momento trabajaba como jefe de producción en obra civil. Cuando empecé a recuperarme me plantee el dilema de seguir con mi vida pasada o reinventarla. Un sueño cambió mi vida. Recuerdo irme a dormir con una pregunta en la cabeza: ¿Qué debo hacer con mi vida, sigo con la obra o me dedico al campo y a la apicultura? Ese día soñé que un hombre venía a comprarme miel. Ese fue el inicio, mi inicio cómo apicultor profesional.
Hoy Somper es la suma de muchas anécdotas pasadas. Cosas positivas y no tan positivas que nos ha permitido crecer cómo personas y empresa.
Somper es algo más que miel. Somper somos nosotros, el campo, las abejas, el clima, nuestros amigos, la familia y muchos sueños hechos realidad.



