La polinización es vital para la fecundación y reproducción de algunas especies vegetales. El polen es el gámeto masculino que el viento o los insectos llevan hasta el órgano femenino para la formación de un fruto o semilla.
El polen para la colmena es una fuente importante de proteínas. Las abejas recogen el polen , que se engancha en sus patitas traseras, lo humedecen con néctar y saliva para darle la forma redondeada u ovoide para luego transportarlo a la colmena donde sirve de alimento para las obreras.
No es un alimento directo, primero se almacena en los panales donde se le agregan enzimas y después se cubre con una capa de miel. Después de unas semanas el polen se ha transformado en lo que se conoce como «pan de abeja» que sí pueden digerir las abejas.
Hay épocas en las que la abeja recolecta más polen del que la colmena necesita y es entonces cuando con el caza polen se recolecta . El polen se tiene que recolectar a diario y someterlo a un proceso de secado o congelación para evitar que fermente.
El producto final presenta una forma redondeada y diferentes colores.